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entrevista diario de burgos |
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Aunque algo cansada por las pocas horas de sueño de los últimos días y el trajín de emociones, Diana Tobar se muestra risueña con el devenir de los acontecimientos. Ni Risto Mejide y sus comentarios insidiosos ni la expulsión del martes ha hecho mella en sus pretensiones. La etapa en la academia de televisión (ve en la final a Silvia, Cristina, Ángel y Elías) le ha dejado un excelente sabor de boca pese a que le hubiera gustado demostrar su potencial con alguna gala más. Lo suyo es la música y quiere seguir luchando por ella. Con los pies en la tierra, como siempre han dicho sus padres, la joven de veinte años piensa continuar sus estudios de Enfermería, pero sin abandonar su carrera musical, una ilusión que empezó a gestarse en 5º de Primaria, cuando compuso la letra para una canción como ejercicio para clase. Ahora ya piensa en la próxima vez. Y puestos a elucubrar, le encantaría que fuera en su ciudad, junto a los suyos.
¿Cómo se encuentra en estos momentos y cómo interpreta la amalgama de emociones?
Es un poco raro todo. Veo a los compañeros que continúan en la academia y no me creo que yo esté aquí. Y ayer -por el miércoles- quedé un ratito con unos amigos y me decían que me encontraban igual... Es como si hubiese habido un corta y pega; como si hubiese estado de vacaciones y hubiera vuelto... No sé, son muchas emociones... Mis amigos me pedían cotilleos...
Cuéntenos, cuéntenos... ¿qué no vemos por la tele?
No, no hay, en serio. Entre nosotros nos llevamos todos muy bien, no ha habido apenas roces y hemos sido bastante transparentes. Lo único son todas esas cosas extrañas de la tele: que no te puedas dirigir a un técnico de sonido que tienes al lado -ni él a ti- porque se supone que debes permanecer ajena a todo; que no tengas ningún resquicio de intimidad porque hay cámaras hasta en la ducha... Dicen que este año está siendo más reality que concurso. No sé. Igual sí.
No me va a negar que están bastante encorsetados por el propio concurso...
No, no es cierto. En las galas, por ejemplo, tenemos absoluta libertad para contestar lo que queramos al jurado. Lo que pasa es que, sinceramente, no creo que sea bueno. Yo lo único que le he dicho a Risto cuando me preguntó que cómo era es que yo soy tal y como me ve. Prefería no contestar porque se me quiebra la voz y lo que no quería es que me viera llorar. A mí Risto no me cae mal, pero cuando me han dicho que hacía muecas mientras me iba del programa... no me ha gustado. Creo que a su edad debería tener más cabeza que yo, ¿no?
Dice que no le cae mal, pero ¿qué le parecen los veredictos del miembro más polémico del jurado?
Conmigo, la verdad, no se ha pasado y eso que pensaba que se iba a cebar mucho más. A mí me ha dicho lo de Diana de Burgos, shopping, que soy pija... pero eso ya me lo esperaba. Porque a la hora de hablar, y en una primera impresión, puedo parecer pija, pero no lo soy.
¿Y el tono de sus comentarios?
Hombre, hay cosas que se pueden decir de otra manera. Es cierto que desde casa da la impresión de que, si estuvieras ahí, te importaría un bledo lo que digan y no entiendes que los concursantes se lo tomen tan mal. Pero cuando estás encerrada las 24 horas del día y con cámaras por todos los sitios, cualquier cosa que te digan te afecta porque estás mucho más sensible y vulnerable. Ahí dentro estás más cariñosa, necesitas los abrazos y sentirte integrada.
De todo lo que le han dicho durante el programa, ¿con qué se queda y qué comentario le ha gustado menos?
Me gustó cuando Risto me dijo en la primera gala que hacía mi propia versión de cada tema; que no trataba de imitar al cantante, sino que lo hacía mío. Y cuando me dijo Coco Comín que tenía una voz aterciopelada. También me ha gustado que dijeran que tenía mi propia personalidad. Y es que es verdad porque soy tal cual se me ha visto, aunque quizá me hayan sacado un poco más seria. Pero me da igual. Tenía miedo por mi familia: si les estaría gustando, si verían bien mi comportamiento... Y todos están encantados, así que yo también. La semana que viene tengo que ir al programa de Ana Rosa y mis amigos me preguntan si no me da miedo exponerme. Y no, la verdad. Sabía que era discreta, pero me he dado cuenta, con cosas de Risto, que realmente sé comportarme ante estas situaciones y no me asusta.
Hay mucha gente que ha dicho que era un poco infantil y que eso le afectó negativamente en el concurso. ¿Qué opina?
¡Es que soy muy infantil! Lo reconozco. Pero si tengo que ponerme seria, también tengo las cosas muy claras.
Contésteme a la pregunta que le hizo Risto en la última gala. ¿Cómo es Diana Tobar?
Como me ves en la tele, pero más alegre.
Supongo que es pronto para hablar de planes, pero ¿qué le gustaría hacer a partir de ahora?
Tengo que terminar mis estudios de Enfermería pero, si me salen cosas relacionadas con la música, trataré de compaginarlo, así que tampoco pretendo hacer la carrera año por año si no puedo. Y, aunque me han dicho que la cosa está muy difícil, espero que surja algún bolo y, además, quiero aprovecharlo. Operación triunfo te allana el camino y espero que todo sea ahora más fácil.
¿Tiene intención de seguir formándose en lo musical?
Sí. Me encantaría seguir estudiando canto porque Miguel Manzo (el profesor) me ha dicho más de una vez que con un año o dos de formación, mi voz no se reconocería. Lo bueno de Manzo, además, es que entré con pólipos y él lo notó, pese a que no dije nada. Y desde ese momento me preparó ejercicios específicos para mí que me han venido estupendamente. Quiero formarme sin dejar de lado los estudios de Enfermería -porque nunca sabes lo que puede pasar-, aprovechar todo lo que surja y cuidar mucho a la gente que me apoya.
¿Cómo ha sido su evolución tras el paso por el programa?, ¿en qué cree que ha mejorado?
De la primera a la última gala he evolucionado muchísimo. Hombre, en la voz poco, porque se necesitan años, pero en la actitud hay un abismo. De cómo entré, con la sonrisa que traía de casa, a cómo me he ido... hay mucha diferencia... Por eso estoy contenta, porque subirme a un escenario era lo que más me costaba...
...Lo que no ha hecho es cambiar el micrófono de mano, algo que le insistían desde el jurado...
Sí, el jurado decía eso, pero los profesores me decían lo contrario. Al final tienes que estar pendiente de tantas cosas... que no sabes si en el escenario estás viviendo la canción.
De las que ha interpretado, ¿cuál le ha gustado más?
No sé... Me lo pasé muy bien cantando If you could read my mind.
¿Cuál sería su repertorio en un concierto?
Me gusta el soul, pop, rancheras... en castellano y en inglés. La ventaja del inglés es que, como las vocales son más cerradas, la voz sale más redonda.
¿Dónde le gustaría actuar?
Aquí, sin duda. Tocar, por ejemplo, en San Pedro al aire libre me haría más ilusión que en el Bernabéu u otro sitio.
¿Y lo de ‘Diana de Burgos’ qué le parece?
Yo encantada, aunque no sé qué pensarán los burgaleses

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